Manipulaciòn de la chinchilla

Cuando nuestras chinchillas son asustadas repentinamente, pueden relajar los músculos de los folículos pilosos de sus pelos y éste se desprenderá sin lastimarla. Este mecanismo de defensa auto desarrollado desde su existencia en la vida salvaje, le diò protección contra el ataque de sus depredadores.
El manejo inapropiado de los animales, en este caso es excitarlos al tratar de atraparlos cuando se escapan o tomarlos incorrectamente, dejarlos golpear sobre los costados de las jaulas cuando metemos una mano en ella para poder tomarlos. Todo esto termina en el desprendimiento de mechones de pelo, es decir las famosas clapas.

Un animal excitado no estará en condiciones propicias de apareamiento. Debemos realizar el esfuerzo de mantener a nuestras chinchillas lo mas aisladas posibles. Pero para controlar al criadero se necesita manejar a los animales.

Debemos mantener una actitud de amistad hacia las chinchillas, se deben acostumbrar a que nos acerquemos, a que los tomemos con seguridad. Un criador calmo pero decidido se refleja en su plantel de animales. Debemos evitar también el manejo innecesario.
Sugerencias: Al criador novel que no se anima a tomar a los animales para sacarlos de su jaula, puede usar un jaulin, colocando una parte abierta encarando a la chinchilla, esta debe ser inducida a entrar a esta pequeña jaulita, una vez que entra se cierra el extremo con la mano evitando el escape.

Para los que se animen, tomen a sus chinchillas desde la cola, firmemente, hacemos que apoyen sus patas en nuestra mano; también podemos tomarlas rápidamente de una oreja y luego sí sostenerla de la cola y apoyada en la mano o antebrazo. Tal vez el método más aconsejable es tomar a la chinchilla levantándola simplemente con las dos manos cual cuchara, sin agarrar ninguna parte del cuerpo en especial. Esto podemos hacerlo cuando tenemos un buen manejo y nuestras chinchillas son tranquilas, reflejo de su entorno y de cómo es tratada.